El equipo argentino, dirigido por Alberto Mancini, perdió la serie 3-1 ante la Armada Española, luego de la derrota de José Acasuso frente a Fernando Verdasco.
No pudo ser. El sueño argentino de ganar la primera Ensaladera de Plata se transformó en una pesadilla. Una final que tenía los ingredientes para que el equipo nacional se consagrara por primera vez no llegó a tener un desenlace deseado. De subestimar a los españoles los hinchas argentinos pasaron a ver como el conjunto visitante ganaba su tercera Copa Davis. Las condiciones estaban dadas para que Argentina alcance la gloria: la ausencia del número uno del mundo, Rafael Nadal, y una superficie rápida que beneficiaba a David Nalbandian y Juan Martín Del Potro, además de contar con la localía y el apoyo del público.
José Acasuso cayó en el cuarto punto de la final frente a Fernando Verdasco por 3-6, 7-6, 6-4, 3-6 y 1-6 y de esta manera España se adjudicó la Copa Davis por tercera vez en su historia. El arranque del partido fue parejo, con ambos jugadores asentándose en la cancha y estudiando el desarrollo del juego del rival. En el sexto juego, el español aprovechó varios errores de Acasuso y quebró el saque del misionero. A partir de allí, mantuvo su servicio hasta el final del set. El argentino no supo aprovechar una chance de quiebre cuando estaba 3-5 y Verdasco pudo cerrarlo por 6-3.
El segundo parcial arrancó con una actitud diferente de Acasuso, quebró de entrada y se colocó 4-1, pero no pudo conservar la diferencia en el marcador. Más tarde volvió a quedarse con el saque del español y tuvo la posibilidad de cerrar el set cuando sirvió 5-3 pero, una vez más, no logró confirmarlo. El parcial desembocó en un tiebreak, el cuarto de la serie. Acasuso se hizo fuerte con su juego y empezó a aprovechar las dudas que mostraba el español con su servicio para llevarse el desempate por 7-3 y dejar todo como al principio.
En el tercer set hubo más rupturas que juegos ganados por el sacador. El argentino contaba con un quiebre a favor hasta que quedaron 4-4 y el saque de Verdasco. Acasuso logró un quiebre clave en ese juego y luego cerró el set con su servicio en el tercer setpoint. Gracias a sus buenos saques y una baja en el nivel del español, el argentino se llevó el parcial por 6-4 y quedó cerca de llevar la definición a un quinto punto, pero el partido no estaba terminado.
El cuarto set comenzó con la incertidumbre de la respuesta de Verdasco a quedar abajo en el marcador, ya que venía jugando atado y con mucha presión. Sin embargo, al encontrarse dos sets a uno abajo, se volvió a soltar y consiguió desequilibrar cuando comenzó a pegarle fuerte a la pelota. Un solo quiebre de servicio le fue suficiente para llevarse el parcial por 6-3 y llevar el encuentro a un quinto y definitivo set.
Acasuso comenzó a sentir molestias en los abdominales derechos por la tensión y el cansancio que le provocó el partido y no pudo ponerle demasiada resistencia al volcán español, que explotó desde el primer juego del set. Verdasco quebró tres veces el servicio del misionero y en su cuarto matchpoint cerró el 6-1 y aseguró la Copa Davis para España.
Algunas de las condiciones para que se de un triunfo argentino se volvieron en contra. La superficie elegida terminó favoreciendo el juego de Feliciano López y Fernando Verdasco que, con sus características de zurdos, aprovecharon muy bien el servicio abierto con slice del lado de la ventaja, algo que los jugadores argentinos nunca lograron controlar. El aliento del público motivó a los jugadores españoles, ya que durante el partido de dobles en vez de apoyar a los argentinos, repudiaron a los visitantes. El desgaste físico de Del Potro y su lesión en el partido del viernes, los rumores sobre la mala relación del equipo y las flojas actuaciones, tanto del doble el sábado como el domingo de Acasuso, terminaron de beneficiar la victoria del conjunto español. En el equipo campeón brillaron las actuaciones de Feliciano López, el viernes en la victoria frente a Del Potro y en el triunfo del sábado donde fue la figura; y de Fernando Verdasco, en el dobles y en el partido consagratorio frente a José Acasuso.
De esta manera, Argentina perdió un invicto de diez años jugando como local y el sueño de ganar la Copa Davis se termina una vez más. Habrá que seguir esperando hasta tener una nueva chance.
No pudo ser. El sueño argentino de ganar la primera Ensaladera de Plata se transformó en una pesadilla. Una final que tenía los ingredientes para que el equipo nacional se consagrara por primera vez no llegó a tener un desenlace deseado. De subestimar a los españoles los hinchas argentinos pasaron a ver como el conjunto visitante ganaba su tercera Copa Davis. Las condiciones estaban dadas para que Argentina alcance la gloria: la ausencia del número uno del mundo, Rafael Nadal, y una superficie rápida que beneficiaba a David Nalbandian y Juan Martín Del Potro, además de contar con la localía y el apoyo del público.
José Acasuso cayó en el cuarto punto de la final frente a Fernando Verdasco por 3-6, 7-6, 6-4, 3-6 y 1-6 y de esta manera España se adjudicó la Copa Davis por tercera vez en su historia. El arranque del partido fue parejo, con ambos jugadores asentándose en la cancha y estudiando el desarrollo del juego del rival. En el sexto juego, el español aprovechó varios errores de Acasuso y quebró el saque del misionero. A partir de allí, mantuvo su servicio hasta el final del set. El argentino no supo aprovechar una chance de quiebre cuando estaba 3-5 y Verdasco pudo cerrarlo por 6-3.
El segundo parcial arrancó con una actitud diferente de Acasuso, quebró de entrada y se colocó 4-1, pero no pudo conservar la diferencia en el marcador. Más tarde volvió a quedarse con el saque del español y tuvo la posibilidad de cerrar el set cuando sirvió 5-3 pero, una vez más, no logró confirmarlo. El parcial desembocó en un tiebreak, el cuarto de la serie. Acasuso se hizo fuerte con su juego y empezó a aprovechar las dudas que mostraba el español con su servicio para llevarse el desempate por 7-3 y dejar todo como al principio.
En el tercer set hubo más rupturas que juegos ganados por el sacador. El argentino contaba con un quiebre a favor hasta que quedaron 4-4 y el saque de Verdasco. Acasuso logró un quiebre clave en ese juego y luego cerró el set con su servicio en el tercer setpoint. Gracias a sus buenos saques y una baja en el nivel del español, el argentino se llevó el parcial por 6-4 y quedó cerca de llevar la definición a un quinto punto, pero el partido no estaba terminado.
El cuarto set comenzó con la incertidumbre de la respuesta de Verdasco a quedar abajo en el marcador, ya que venía jugando atado y con mucha presión. Sin embargo, al encontrarse dos sets a uno abajo, se volvió a soltar y consiguió desequilibrar cuando comenzó a pegarle fuerte a la pelota. Un solo quiebre de servicio le fue suficiente para llevarse el parcial por 6-3 y llevar el encuentro a un quinto y definitivo set.
Acasuso comenzó a sentir molestias en los abdominales derechos por la tensión y el cansancio que le provocó el partido y no pudo ponerle demasiada resistencia al volcán español, que explotó desde el primer juego del set. Verdasco quebró tres veces el servicio del misionero y en su cuarto matchpoint cerró el 6-1 y aseguró la Copa Davis para España.
Algunas de las condiciones para que se de un triunfo argentino se volvieron en contra. La superficie elegida terminó favoreciendo el juego de Feliciano López y Fernando Verdasco que, con sus características de zurdos, aprovecharon muy bien el servicio abierto con slice del lado de la ventaja, algo que los jugadores argentinos nunca lograron controlar. El aliento del público motivó a los jugadores españoles, ya que durante el partido de dobles en vez de apoyar a los argentinos, repudiaron a los visitantes. El desgaste físico de Del Potro y su lesión en el partido del viernes, los rumores sobre la mala relación del equipo y las flojas actuaciones, tanto del doble el sábado como el domingo de Acasuso, terminaron de beneficiar la victoria del conjunto español. En el equipo campeón brillaron las actuaciones de Feliciano López, el viernes en la victoria frente a Del Potro y en el triunfo del sábado donde fue la figura; y de Fernando Verdasco, en el dobles y en el partido consagratorio frente a José Acasuso.
De esta manera, Argentina perdió un invicto de diez años jugando como local y el sueño de ganar la Copa Davis se termina una vez más. Habrá que seguir esperando hasta tener una nueva chance.
Romina Kosiner
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