viernes, 19 de septiembre de 2008

Acá está el líder

David Nalbandian venció en el primer turno a Igor Andreev por 7-6 (5), 6-2 y 6-4, para dejar a Argentina 1 a 0 en las semifinales de Copa Davis y darle una mayor tranqulidad a Juan Martin Del Potro, debutante en el Parque Roca.

En el primer parcial, ambos jugadores se mostraron muy irregulares, aunque siempre mantuvieron sus servicios. Erráticos por momentos, contundentes por otros. Nalbandian no impactaba con la suficiente confianza, tal vez incómodo por el juego del ruso, caracterizado por jugar pelotas con mucho topspin con el drive, tal vez buscándole la vuelta a la táctica eficiente frente a un jugador que nunca había jugado. Fue tal la paridad que tuvo el primer set que hubo que definir en un tie break. Más de uno se mordió las uñas cuando el Nº 19 del ranking llegó a tener ventaja de 4-1. Sin embargo, Nalbandian sacó a relucir su perfil "copero" y con el apoyo del público -fundamental en el desarrollo del primer set- se llevó el desempate.
Haber perdido el primer set, que estuvo tan cerca, le jugó en contra en la cabeza del ruso, que es de los que se le suele salir la cadena con facilidad. Su nivel bajó considerablemente y estuvo lejos de ser aquel que tuvo a Roger Federer entre la espada y la pared en el US Open.

De todas formas, en el tercer set del partido, la paridad volvió a aparecer en el juego, con la diferencia que los games de servicio del jugador visitante se alargaban más, pero sin poder doblegarlo, hasta que llegó la etapa clave: el décimo game. Fue ahi, en los puntos importantes, donde el unquillense mostró -una vez más- por qué es el mejor jugador del mundo de esta competencia, por qué se emociona cuando suena el himno en la ceremonia oficial y por qué es invencible de local. El argentino estaba a un game de ganar el partido pero el servicio era del ruso. No le importó. Dos devoluciones ganadoras y un revés paralelo imponente lo colocaron triple match point a favor. Y no los desperdició.
El singlista argentino dominó a voluntad y manejó todos los tiempos del match desde miediados del tiebreak del primer set, para ganar de esta manera el primer punto de la serie sin sufrir mucho desgaste físico y mental.

Agustín Monguillot


La compañía llegó

Hace varios años que el tenis argentino es potencia mundial. Sin embargo en las series de Copa Davis aparecía siempre David Nalbandian como el líder, el primer singlista asegurado, pero la duda se generaba a la hora de seleccionar quién sería la segunda raqueta individual. Acasuso, Calleri, Chela, Cañas pasaron, todos rindieron en algún momento, generalmente de local. Lo complicado llegaba a la hora de encontrar un segundo singlista para jugar de visitante. Ahora, con la llegada de Juan Martín Del Potro, las dudas parecen esfumarse. Es rápido, por supuesto, pero la cabeza, el tenis y el respeto que impone este chico que cumplirá veinte años en días es impresionante. Sin ir más lejos, hoy, en su debut en Argentina por Copa Davis, vapuleó al número seis del mundo por 6-1, 6-4 y 6-2 como si estuviera jugando en el patio de la casa en Tandil. Sin olvidarnos que el polvo de ladrillo no es su superficie predilecta.

El primer set comenzó con dudas para el argentino, ganó sus dos primeros juegos de saque pero sin jugar bien. No obstante, a partir del 2-1 Davydenko comenzó a errar y Del Potro lo aprovechó. Quebró dos veces consecutivas para llevarse la primera manga en menos de media hora de juego y mantuvo el envión anímico para quebrar en el inicio del segundo set. Todo se encaminaba demasiado fácil en el Parque Roca hasta que el ruso despertó y recuperó uno de los dos quiebres que tenía en contra. A pesar de la remontada, el tandilense no se desconcentró y luego del game mas largo del partido pudo cerrar el segundo parcial para estar más cerca de la victoria.
El tercer set fue parecido al primero, dos quiebres rápidos pusieron al local 5-2 y servicio para cerrar el match.

El partido por un lado, el último game por otro. Siempre es difícil cerrar un partido. Sean como sean las circunstancias que transcurrieron durante el juego, los últimos puntos son claves y venden la dureza mental de los jugadores. No lo digo, dejo que vean con QUÉ categoría, Juan Martín Del Potro, puso punto final a la actividad del día viernes con una gran sonrisa celeste y blanca.





Romina Kosiner

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